viernes, 13 de julio de 2012

Al final hay que elegir

Pues como dice el título, hay que elegir. Soy una persona a la que le gusta mucho salir, conocer gente en los distintos trabajos, cursos, equipos de fútbol o incluso salas de rehabilitación. Conocer gente nueva, nuevos mundillo, opiniones, puntos de vista, que al final con el tiempo y tanto roze (no literal) pues uno le va cogiendo cariño a la gente y se van haciendo quedadas, cenas y un sinfín de cosas.  Pero a media que ese cariño aumenta, aumenta la necesidad de que sepan quien eres (si no lo has dejado claro desde el principio evidentemente), no porque sea obligatorio, sino necesario, ya que no se puede estar siempre disimulando y a la espera de que ya se enterarán.
Diría que uno no lleva etiqueta de serie, pero en realidad si, y está claro que es de hetero como cualquier otra persona; tan común como debiera ser un gay como cualquier otra persona, pero por desgracia no es asi.
Al final tienes que elegir: ser tu mismo y decirlo o echarte un poco para atrás y que ese cariño no sea tal, para no tener que decir nada.

martes, 3 de julio de 2012

Tiene que haber de todo.... 


Pues si, lo vi el otro día tranquilamente por la tele, y desde luego que me dieron ganas de...en fin, pero luego pensé que no merecía la pena ni pensarlo, bueno, de comentarlo si, que tampoco se puede dejar pasar sin más ;)
En fin, nada que añadir a la mayoría de los comentarios que hay en la propia página de youtube. Tan sólo que me conozca y estoy seguro de que cambiaría aunque sea un poquito su opinión.

Buenas noches!

El reflejo de lo que podría ser

Siempre ese miedo a darte a conocer en cada nuevo grupo de amigos, nuevo trabajo, nuevos compañeros de master, de cursos....Y es cuando aparece alguien, que tampoco dice nada, que "podría ser" hasta que al final, sea porque se le nota más o por lo que sea, la gente se entera. Ahí es cuando analizas todos los comentarios de la gente, preguntas indirectamente, ves sus respuestas, sus gestos hacia esa persona.....y nada, no se si es que estoy de suerte o que tengo muchas películas en la cabeza pero nada raro ocurre. Alguna coñita suelta pero nada mas allá. Mismo comportamiento, mismas cervezas.
Cierta paz me inunda y a la vez el mismo miedo, ya que tampoco observo ningún comentario gay por parte de dicho compañero y parece que tiene que cortarse a la hora de hablar.
¿Y si conmigo es distinto? No lo se, y por ahora no quiero saberlo. Sé que no soy un valiente, tan sólo 1 persona fue el "afortunado" de compartir mi carga (aunque 1 de 1 para bien), pero así estoy bien.
Quizás hoy no esté muy animado al optimismo, incluso tras haber ido al orgullo a beber con unos amigos, pero hoy lo veo así.